Durante la entrega simbólica del Fondo de Apoyo a Proyectos de Emprendimiento Colectivo de la Economía Social (sí, un nombre tan largo como un trámite burocrático), el gober recordó que esta cooperativa no solo es famosa por sus pleitos internos, sino también por ser una gran generadora de empleos en Hidalgo. O sea, que lo ideal sería que en vez de darse zancadillas entre ellos, se pongan a chambear en paz.

Pero no todo fue llamado a la calma, también hubo lana para los que sí están en el negocio de cooperar. En esta primera edición del fondo, se repartieron casi 5 milloncitos de pesos entre 23 proyectos de 16 municipios, con apoyos de hasta 200 mil pesotes para cada uno. Nada mal para quienes le apuestan a la economía social sin dramas de vestidor.

Salvador Loyo Arechandieta, del Instituto Nacional de Economía Social (INAES), le echó flores al gobierno de Hidalgo por impulsar estas estrategias, asegurando que aquí lo que importa es el bienestar de la banda y no solo hacer negocio. Mientras tanto, Jannette Escamilla Monroy, de la cooperativa Unión Escamilla, celebró que estos apoyos les caen como gol de último minuto para seguir en el juego y no cerrar sus puertas.

El titular de la Sedeco, Carlos Henkel Escorza, dejó claro que las cooperativas son el motor de la economía social, algo que se reflejó en los apoyos entregados a organizaciones que van desde pesca y minería hasta joyería y cerveza artesanal (esperemos que con degustación incluida).

Entre las afortunadas beneficiadas se encuentran Cooperativa Servicio Recreativo Xindho, Producción Pesquera Nuevo Amanecer, Joyeros de Apan, Cervezem México (¿alguien dijo brindis?), y hasta el Jardín Casa de los Sabores, que suena a lugar donde mínimo hay buena comida.

Así que mientras unos reciben apoyo para crecer, otros en la Cruz Azul tienen tarea pendiente: cambiar los goles en contra por trabajo en equipo y ver si ahora sí logran armar una jugada sin autogol. 🚀⚽