
13 nov 2024
En un evento que parecía más una reunión de cuates que una firma oficial, el gober Julio Menchaca de Hidalgo y su homólogo chiapaneco, Rutilio Escandón, se dieron la mano (y un apretón de mouse) para sellar un convenio de colaboración que promete llevar la tecnología de Chiapas a tierras hidalguenses. ¿El objetivo? Ahorrar lanita y simplificar el papeleo burocrático que siempre trae dolores de cabeza.
El acuerdo, que casi huele a compadrazgo digital, permitirá que Hidalgo se saque un as bajo la manga con la implementación de la Firma Electrónica Avanzada. Esta herramienta, según explicó el mismísimo gober Julio Menchaca, le dará a la administración estatal un toque de modernidad, asegurando que los documentos tengan más credibilidad que las promesas de campaña. Y, de paso, ayudarán a la famosa austeridad, porque si algo se necesita, es cuidar la cartera.
"En tiempos de apretarse el cinturón, hay que ponerse creativos. Así que, ¿por qué no copiar lo que ya funciona en otros estados y ahorrarnos unas buenas lucas?", soltó el gober Julio, entre risas, dejando claro que no le molesta robarse un par de ideas cuando se trata de mejorar el control del gasto público.
Por su parte, el buen Rutilio no se quedó atrás y recordó cómo la pandemia nos dejó a todos más conectados que nunca, haciendo crecer el uso de tecnologías como si fuera TikTok en plena cuarentena. “Esto es más que un convenio, es un pacto de compas. Lo que queremos es que esta colaboración sirva a nuestros pueblos y nos ahorre unos cuantos dolores de cabeza con los trámites", dijo con la emoción de quien regala juguetes en Navidad.
La firma del acuerdo contó con la bendición de Helmer Ferras Coutiño, jefe del Instituto de Ciencia y Tecnología de Chiapas, quien aseguró que esta colaboración va a beneficiar directamente a la banda hidalguense. Y Orlando Ángeles Pérez, de la Oficialía Mayor de Hidalgo, ya adelantó que el convenio hará que la administración estatal deje de depender tanto de tecnólogos externos, se ponga las pilas con la eficiencia y le dé a la banda un poquito más de certeza de que sus impuestos no se van por el caño.
En fin, con esta firma, los gobernadores se montan en el tren de la digitalización, con la promesa de que este convenio será el principio de una bonita amistad... y de un ahorro presupuestal que sus tesoreros seguro van a agradecer.