
29 nov 2024
Con un combo de inauguraciones, supervisiones y anuncios millonarios, el gober Julio Menchaca aterrizó en Tulancingo para demostrar que la transformación no solo se dice, también se pavimenta. En su onceava visita al municipio, llegó con más de 307 millones de pesos bajo el brazo, destinados a obras que prometen cambiarle la cara a esta región y, de paso, ganarse unos aplausos.
Primero, el gober supervisó el distribuidor vial en el entronque de la carretera federal Tuxpan-Jaltepec, una obra que parece salida de un catálogo de ingeniería con todo y puente, sistema de drenaje y hasta semaforización. Con una inversión de 161 milloncitos, esta chulada beneficiará a más de 102 mil personas que ya no tendrán que rezar para cruzar esa zona.
Luego, como quien no quiere dejar un rincón sin transformar, el gober inauguró el flamante Centro Certificador STEM tipo B en la Universidad Tecnológica de Tulancingo, un espacio de 2 millones 303 mil pesos que hará que los estudiantes se vuelvan cracks en Mecatrónica, TI, Procesos Industriales y Diseño Digital. ¿Qué más? Una bodega nueva y una obra exterior por otros 2.7 millones, porque los detalles importan.
Pero eso no es todo, Tulancingo también estrena 13 acciones más, entre ellas la rehabilitación de la carretera estatal Paso por Tulancingo, pavimentaciones aquí y allá, un mejor sistema de alcantarillado en Tepalzingo y hasta una base de operaciones mixtas para que la seguridad esté de lujo.
Y si creían que el gober ya había gastado todo, Menchaca anunció que se vienen más proyectos: la construcción del libramiento Tulancingo-Metepec, más rehabilitaciones carreteras, cuartos dormitorio y hasta la reubicación de líneas de media tensión. ¡Que no falte nada!
La presidenta municipal, Lorena García Cázeres, se subió al tren de los elogios y aseguró que estas obras le cambiarán la vida a cientos de familias, mientras el secretario de Infraestructura, Alejandro Sánchez García, prometió que el distribuidor vial tendrá su toque de imagen urbana para que, además de funcional, sea bonito.
Con 81 comités de Contraloría Social al pendiente de que los contratos se cumplan al pie de la letra, parece que Tulancingo va en serio con eso de la transformación. ¿Qué sigue? Quizá una rotonda con la cara de Menchaca... todo puede pasar.