Primero, Menchaca y Salazar se pusieron la camiseta del "team desarrollo económico". En su gran charla, se jactaron de las bondades del estado de Hidalgo, un lugar tan prometedor que hasta Salazar dejó escapar una sonrisa de complicidad. Menchaca presumió que Hidalgo ya tiene 24 empresas gringas estacionadas como si fueran vehículos de última generación, y que su gobierno está tan entusiasta con las inversiones que ha atraído más de 84 mil millones de pesos. ¡Así que sí, estimado lector, eso significa más empleos y más billetes!

Pero no todo es fiesta y confeti; también hubo espacio para hablar de seguridad. El gobernador presumió que el estado ya no es el campeón en robos de hidrocarburos, un título que seguro no quería. Mientras tanto, Salazar no se quedó atrás y reconoció que las armas en México suelen tener pasaporte americano, pero que el rastreo de estas armas está en marcha. ¡Sí, hay una app para eso!

En cuanto a la migración y educación, Menchaca se comprometió a mejorar la educación superior para que los jóvenes no se vean obligados a cruzar la frontera en busca de mejores oportunidades. Y el embajador Salazar se mostró tan animado que prometió que se van a sumar más intercambios académicos entre México y Estados Unidos. ¡Porque nada dice "amistad internacional" como un intercambio de cerebros!

Así que, en resumen, la reunión dejó claro que el Gobierno de Hidalgo y la Embajada estadounidense están tan compenetrados que podríamos decir que están en una relación de "compromiso serio" con la economía, seguridad, migración y educación. ¡Queda demostrado que la buena onda entre estos dos es tan real como el entusiasmo con el que hablamos de inversiones y balas rastreadas!