14 jul 2024
¡Atención, amantes de las finanzas y del dinero bien manejado! La agencia Moody's Local México acaba de lanzar un bombazo financiero: Hidalgo ha subido su calificación crediticia a un flamante “AA-.mx” con “perspectiva estable”. Sí, señores, el estado se ha puesto las pilas y ahora brilla como un peso bien invertido.
Todo esto se cocinó después de la reunión anual de evaluación con la Secretaría de Hacienda del estado, el pasado 24 de junio. En resumen, el informe fue tan positivo que parece que lo escribió un fanático del optimismo: liquidez fortalecida, balances financieros positivos, una política fiscal proactiva que ha elevado la recaudación de ingresos propios, y un bajo y decreciente nivel de endeudamiento. Ah, y nada de esos financiamientos de corto plazo que son como los villanos de las películas de acción.
El gobernador Julio Menchaca Salazar no ha dejado piedra sin mover para mantener las finanzas en orden. Con políticas que incentivan la recaudación y una presencia fiscal firme, además de un gasto racional y eficiente, ha hecho que cada peso cuente. Menchaca está manejando el presupuesto como un chef estrella, sacando platillos financieros de primera calidad.
Moody's también se dio una vuelta por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para compartir la buena nueva. Resulta que los ingresos propios del estado crecieron como levadura en 2023, con un aumento del 18.6% comparado con 2019. ¡Eso sí que es estirar el peso!
La capacidad del estado para cumplir con sus compromisos, mantener la estabilidad financiera en caso de sorpresas (¡porque siempre las hay!), y la gestión eficiente de los recursos públicos, fueron las cerezas del pastel que convencieron a Moody’s de mejorar la calificación por segundo año consecutivo. Porque cuando algo se hace bien, hay que aplaudirlo, y si se hace dos veces, ¡doble aplauso!
No solo Moody’s está emocionada. HR Ratings y Fitch Ratings también se unieron al club de fans de Hidalgo, subiendo la calificación crediticia y destacando las buenas prácticas de planeación y control financiero, la contención del gasto operativo y el comportamiento favorable de la recaudación.
Gracias a todo este manejo de primer nivel, Hidalgo se proyecta como un estado con finanzas más sanas que una ensalada de quinoa, promoviendo la inversión pública, atrayendo inversiones y asegurando una aplicación transparente de los recursos. Todo esto se traduce en beneficios directos para las familias hidalguenses, que pueden estar tranquilas sabiendo que su dinero está en buenas manos.
Así que, ¡brindemos con un buen mezcal por Hidalgo! Porque cuando el dinero se maneja bien, todos ganamos. ¡Salud!