
5 jul 2024
¡Ah, qué rollo! En un acto tan largo como una clase de matemáticas en lunes, el gober Julio Menchaca Salazar se aventó el rollo de agradecer a los maestros de la Sección 15 del SNTE por su paciencia en las aulas. En serio, el cuate estuvo entregando reconocimientos a maestros que llevan tanto tiempo enseñando que ya se volvieron más viejos que la suma de sus estudiantes.
Con cara de poker, el gober no dejó pasar la oportunidad de reafirmar que sí hay compromiso en su gobierno para meterle mano al desastre que tienen las escuelas. Prometió que no va a haber recursos chuecos ni libros de texto desaparecidos, porque si no hay educación, dice él, no hay transformación. ¡Qué manera de empezar el día, güey!
Uno de los veteranos, José Luis Hernández Hernández (sí, así tal cual), quien ya cumple 40 años de dar clases, soltó el discurso clásico de maestro estrella, diciendo que cada día es una batalla campal con las miradas de los chamacos y que estar en el salón es como tener el destino de la patria en sus manos. ¡Qué drama, ¿no?!
El jefe de la Sección 15 del SNTE, Said Vargas Sáenz, también se aventó su momento de gloria, agradeciendo al gober por siempre tratarlos con buena onda y sin hacérseles el chistosito. Dijo que estos 2 mil 77 maestros son el alma de la educación hidalguense y que con su empatía y sencillez han hecho posible que los niños de hoy no salgan tan chafas como algunos de nosotros.
El jefe del Instituto Hidalguense de la Educación, Natividad Castrejón Valdez, no se quedó atrás y se aventó un rollo bien preparado sobre cómo el gobierno es la mano derecha de los maestros. Recalcó que la chamba educativa es un desmadre diario, pero que estos maestros han sido como faros en medio del mar de estudiantes desorientados.
Para cerrar con broche de oro (y algo de morralla), repartieron medallas "Benito Juárez" a los que llevan medio siglo en esto de educar, preseas "Maestro Altamirano" a los que tienen 40 años, y así sucesivamente. Hubo tantos premios que si los juntan todos, podrían hacer un collar de honor que llegue hasta la luna.
En fin, un día para recordar que los maestros no son solo los que nos pasan tarea, sino los que aguantan chamacos, baches en el sistema educativo y la política como buenos guerreros de la sabiduría.