En la Escuela Primaria “Carlos Fuentes”, no solo se celebró el día con 700 personas en escena (¡sí, 700!), sino que también se lanzó un taller llamado “Recuperación del Medio Ambiente con Bomba de Vida”. Imagínate una mezcla entre ciencia y magia: los niños están usando tecnología avanzada para plantar árboles como si fueran superhéroes ecológicos en formación. ¡Adiós a los viejos métodos de reforestación, hola a las bombas de vida que convierten el suelo en un oasis verde!

Mientras tanto, el Departamento de Ciencia y Tecnología del IHE se ha unido a la fiesta con una donación de árboles cortesía de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath). Y no, no estamos hablando de unos pocos arbolitos; estamos hablando de un compromiso serio con el medio ambiente, donde hasta los docentes se ensuciaron las manos plantando árboles. ¡Literalmente!

La magia no se detiene ahí. La Dirección General de Desarrollo Curricular (DGDC) está haciendo que el aprendizaje sobre ciencia y tecnología sea tan accesible como el Wi-Fi en casa. Desde la nueva tecnología hasta la creación de competencias vitales, el objetivo es que los alumnos no solo aprendan, sino que también se conviertan en guardianes del planeta, ¡y que puedan enseñar a sus padres cómo usar las nuevas herramientas digitales!

Así que, si pensabas que la educación estaba condenada a ser aburrida y anticuada, piénsalo de nuevo. En Tizayuca, los estudiantes están aprendiendo a salvar el mundo mientras dejan atrás los viejos métodos y abrazan un futuro más verde y tecnológico. ¡Porque aquí, la ciencia y la naturaleza se toman muy en serio!